Autor:
David Mendaña
Cualquier
empresa sabe ya que internet es su primera herramienta a la
hora de plantearse la internacionalización. Y no estamos hablando solamente de
gestionar el comercio exterior por internet, o de exportar online a través de un
e-commerce (un tema del que ya hemos hablado
en el pasado y esperamos volver a hablar en el futuro). Estamos hablando de
un uso integral de internet desde la misma fase de prospección de mercados y
definición de la estrategia; de marketing online internacional.
Internet
lo ha cambiado todo en cuanto a exportación se refiere. La PYME actual, todos lo
sabemos, vive buscando opciones low cost para sus gastos.
Uno
de esos gastos es el de los viajes comerciales, viajes de
prospección, asistencia a ferias y otros mecanismos tradicionales para
estudiar los mercados exteriores. Y no es una opción barata: el vuelo, el tiempo
dedicado (y sustraído a otras tareas comerciales), el alquiler del stand, el
material promocional, el transporte físico de las muestras... No es casualidad
que la principal actividad de los organismos de promoción de las exportaciones,
como las oficinas comerciales, haya sido siempre la planificación y el apoyo a
las empresas para este tipo de actividades, tratando de aliviar un poco el
enorme peso que un viaje puede suponer para una pequeña empresa de recursos
limitados.
Por
suerte, la tecnología ha hecho posibles cambios enormes, y tan rápidos que la
mayoría de las empresas lleva años de retraso. Cuando yo fui
becario en una oficina comercial, compañeros de cuarenta y pocos años me
hablaban de elaborar los listados de importadores con las Páginas Amarillas y
una fotocopiadora, y de cómo internet lo había cambiado todo. ¡Y la tecnología
ha cambiado mucho desde que yo fui becario! El trabajo de prospección,
valoración de mercados potenciales y búsqueda de clientes (y proveedores) han
sido transformados de pies a cabeza por internet.
Y
aun más lo ha transformado todo el marketing. Una página web permite que los
productos y servicios de las empresas sean encontrados y demandados desde
cualquier parte del mundo, ¿no es cierto?
Pues
no. Olvídenlo.
Hace
ya muchos años que la presencia online, por sí sola, sirve para poco. Es como
tener un teléfono: se da por sentado, no diferencia a nadie, no sirve para que
nadie consiga un cliente. El marketing online, tanto más si es internacional,
precisa de una presencia online amplia, coherente, y sobre todo orientada.
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